El fin de semana fue encontrada una fosa clandestina en la comunidad de Espejo Potrero del Municipio de Taxco, presuntamente dos policías municipales habrían sepultado un cuerpo.
De acuerdo a policías ministeriales, dos de los detenidos fueron captados en una fotografía y se les ve escarbando con una pala y fueron ellos los que confesaron la ubicación de la fosa, las autoridades fueron al lugar indicado y encontraron el cuerpo.
En un operativo de la Policía del Estado, junto a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN), en días pasados llegaron y desarmaron a todos los Policías Municipales y detuvieron a 10 de ellos para investigarlos.
Cuatro de ellos tienen orden de aprehensión por los delitos de secuestro agravado y los 6 restantes no pudieron acreditar su calidad de policías municipales de Taxco, solo se identificaron como escoltas del director.
El Secretario de seguridad Pública de Taxco, Christopher Hernández en el momento del operativo no se encontraba en el cuartel, por lo que se reporta como prófugo.
Sobre estos hechos, la Fiscalía General del Estado de Guerrero (FGE Guerrero) informo que cumplimentó una orden de aprehensión en contra de Luis “N”, David “N”, Carlos “N”, Cristofer “N”, Alexis “N” y Ángel “N”, policías en activo de la Secretaría de Seguridad Pública de Taxco de Alarcón por su presunta participación en el delito de desaparición forzada en agravio de una víctima de identidad reservada.
En seguimiento puntual de las investigaciones y derivado de las acciones implementadas, la FGE Guerrero ejecutó, una orden de aprehensión girada por una Juez de Control en contra de los seis policías municipales, procediendo con la presentación de los imputados ante la autoridad correspondiente que los requería.
La identidad de los policías en activo fue acreditada por la autoridad municipal correspondiente.
En la audiencia inicial celebrada el 31 de agosto del mismo año, la Juez dictó la medida cautelar de prisión preventiva justificada para los seis imputados, por lo que permanecerán recluidos en el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Iguala, en tanto continúan las indagatorias complementarias.